El penúltimo día de la novena, poco antes de las 8:30h. recibimos la llegada de los peregrinos de las parroquias de Zorelle, Esgos, Sta. Eulalia, San Juan de Moreiras, Vilar de Ordelles y Chaodarcas que vienen a honrar a la Madre con el Rosario de Aurora para celebrar gozosos la Eucaristía.
Cada vez que celebramos la Eucaristía proclamamos que Dios es Santo. La fuente de la Santidad a la que dirige nuestra mirada la Señora de los Milagros está en Jesucristo, al que Ella nos está mostrando en su regazo maternal. Hacia Ella nos volvemos para dejarnos contagiar de su Santidad, que no proviene de sí misma, sino de aquel que ha transformado su existencia para siempre. La Iglesia y el mundo están necesita-dos de verdaderos amigos de Dios que sean reflejos de la Santidad de Dios; hombres y mujeres, que en las marcas de su entrega, palpemos el Amor que viene de lo alto y que todo lo hace nuevo. Avivemos nuestro deseo de ser santos, abrazando con ella el misterio de Cristo Eucaristía.
Pidamos como intención especial por los misioneros y los cristianos perseguidos a causa de la fe para que con su estela de santidad seamos tocados por el amor de Cristo Jesús.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día octavo.