El santuario amaneció rodeado de una capa de niebla entre las voces de los grupos de peregrinos que desde muy temprano esperaban a la puerta para dar el saludo a María y acompañarla en la primera eucaristía a las 7:30 de la mañana presidida por el P. José Manuel Villar, rector del Santuario.
“Santa María nos llama a caminar hacia Cristo Eucaristía. En la celebración de la Santa Misa, corazón vivo de la Iglesia, celebramos los misterios centrales de nuestra fe: la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo. En la Eucaristía, memorial de la entrega del Señor, tocamos el amor más grande, amor que abraza el pecado de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos. Misterio dentro del misterio, que ha de ser celebrado y adorado, que edifica la Iglesia, que es su vida y su alimento. Santa María presente en cada Eucaristía por estar asociada al sacrificio redentor de su Hijo, quiere abrirnos los ojos de la fe hacia esta presencia real y verdadera de Cristo en este Sacramento admirable.
Pedimos, como intención especial por las familias, tan necesitadas de volverse hacia el Amor más grande que Jesús entrega en la Eucaristía, para que pueda recuperar su identidad, y por la trasmisión de la fe, para que en esta tarea, que es de todos, la llevemos a cabo con nuevo corazón y con nueva pasión.”
A las 19h.
La eucaristía de 20:30h. presidida por el Sr. Obispo de Ourense como clausura de las eucaristías dentro de la Novena.
A las 11 de la noche la explanada iluminada por multitud de velas en un ambiente agradable tanto climatológicamente como el formado por los fieles en que participaban en uno de los actos más populares y concurridos de la novena, el Rosario de Antorchas durante el cual el carro que portaba la imagen de la Virgen María avanzaba por la explanada del Santuario durante el rezo y la reflexión de cada misterio dirigida desde el balcón.
A continuación, en medio de la noche, el cielo se iluminaba con la tradicional sesión de “fuegos de artificio” para honrar a la Madre en la víspera de su cumpleaños.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día noveno.