El evangelio de hoy recoge, probablemente, uno de los episodios más tristes de la vida pública de Jesús: una vocación frustrada. Tras su mirada amorosa y la invitación a su seguimiento, se encuentra con el tristísimo rechazo de aquel hombre que antes había corrido a su encuentro de Jesús y se había arrodillado ante él. Según los evangelios de Mateo y de Lucas se trataba de un “joven”.
La juventud, edad de las grandes elecciones, lo es también de rechazos y miedos.
Cuando Quevedo hablaba de “juventud, robusta y altiva”, tal vez estuviera pensando en aquella ingenua autosuficiencia que esconde la edad dorada, esa que según dos evangelistas hermoseaba a nuestro joven personaje.
Pero…
¿y a tí… te queda algo por vender para poder responder con prontitud «voy, Señor»?
FELIZ DÍA A TODOS…