Hoy el Evangelio nos trae a la memoria dos parábolas de Jesús. Una acentúa el aspecto misterioso del crecimiento. El Reino se parece a la semilla que siembra el campesino y que luego crece sin que nadie sepa cómo en la oscuridad de la tierra. Pero crece y termina dando su fruto. Da lo mismo que el campesino duerma o esté en vela. Llegará el momento en que lo único que tendrá que hacer será recoger la cosecha.
La otra dice que el Reino se parece a la semilla de mostaza, la más pequeña de las semillas, pero que luego se hace tan grande que hasta los pájaros del cielo se cobijan en la planta que sale de aquella semilla. También el Reino crecerá hasta acoger a todos los hijos De Dios.
Feliz Domingo a todos… día del Señor y de la familia Cristiana…