Hoy la Iglesia nos trae para la reflexión la figura del Papa san León Magno, pastor del pueblo de Dios en tiempos difíciles. Y en el día de su memoria, las lecturas nos hablan muy claro. Quiero destacar dos ideas para la reflexión de hoy.
La primera es la importancia de los pequeños detalles. La constancia en la oración, aunque estemos cansados, o cuando nadie nos ve, por ejemplo. En este sentido, me asombra la fidelidad de la babushkas, las abuelas que, por toda Rusia, van cada día a Misa, aunque “choiva a chuzos” o la temperatura baje de los 10º bajo cero. Las que bautizaron a sus hijos y nietos, incluso arriesgando su propia carrera y, a veces, la vida. Ellas sí han sido fieles en lo poco. Y recibirán su premio.
La segunda idea, es saber y recordar cada día por Quién hacemos las cosas. Todo por amor a Cristo, que nos busca, nos encuentra y está con nosotros, si sabemos ser humildes. Ser conscientes que no radica la grandeza Cristiana en hacer muchas cosas sino en saber por quién las hacemos.
Muchos voluntarios de ONGs se rinden cuando no hay frutos, ya que es difícil ser fieles porque sí. Los cristianos nos movemos en otra dimensión, la del seguimiento de Cristo, que se entregó por nosotros, dándonos ejemplo.
Feliz día a todos…