Cuando Jesús cura a los ciegos, como en el Evangelio de hoy, está diciendo que los tiempos mesiánicos han llegado y se están cumpliendo en él mismo.
Pero Jesús no es un curandero y sus acciones no tienen sólo, ni sobre todo, sentido médico. Son acciones salvíficas, signos proféticos de una salvación que ya ha empezado a operarse. Y lo notable de estas acciones es que, aunque Jesús no curara entonces, ni cure ahora, a todos los ciegos, sordos o afectados por cualquier otra enfermedad (aunque sin excluir que esto suceda en ocasiones), la salvación que esas acciones expresan sí que alcanza a todos, con tal de que nos acerquemos a él, acojamos su persona, pongamos en práctica su Palabra.
Feliz día a todos