Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos oficialmente en la Iglesia el tiempo de Cuaresma.
Son 40 días para prepararnos a celebrar los grandes misterios de nuestra Salvación en Semana Santa: la Pasión, la Muerte y la Resurrección del Señor.
Es un tiempo penitencial en que se nos invita a la conversión: Tal conversión se va logrando a través de los medios que nos ofrece la Iglesia: intensificar la Oración; la lectura atenta de la Palabra de Dios; el ayuno, la abstinencia, la limosna.
Todo ello ha de desembocar en el Sacramento de la Reconciliación.
Es la mejor manera para que el fruto de la Semana Santa sea profundo y auténtico. De otro modo, hasta la Resurrección de Cristo en la vida del cristiano pasará sin pena ni gloria, como un año mas. ¡Qué lástima!
Aunque los carnavales ya se desbordan hacia dentro de la Cuaresma en muchos lugares, eso no tiene que mermar nada nuestro interés por aprovechar bien este tiempo que nos ofrece la Iglesia para ayudarnos.
Son abundantes las circulares del Papa, de los Obispos, de los Superiores Mayores de las Congregaciones, que nos animan a ello.
La ceniza sólo es un signo. La conversión del corazón es lo que vale.
Este día se nos invita al ayuno, y abstinencia; no sólo de alimentos. Es una ayuda; aprovéchala, si quieres; no busques razones o intepretaciones raras como disfrazadas de disculpas.
A las 11, los sacerdotes del Arciprestazgo, comenzamos el Retiro, tal como está programado para este curso: Los primeros Miércoles de cada mes.