En la etapa post-pascual, la comunidad cristiana sigue escuchando el mandato de Jesús: Id y proclamad… Y la Iglesia siente que no puede menos de contar lo que ha visto y oído. Siente la necesidad de seguir proclamando la misericordia eterna del Señor y contando sus hazañas. Especialmente la gran proeza de la resurrección de Jesús y los milagros que los testigos siguen haciendo en su nombre…
¿Sentimos nosotros la urgencia de anunciar la resurrección de Jesús? ¿Necesitamos nosotros creer y esperar en la resurrección? ¿Estamos contentos y satisfechos con esta vida presente y no anhelamos más?