En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo Hoy es Viernes 02 de Octubre XXVI Semana Ordinario Santos Ángeles Custodios. Los ángeles han sido creados para glorificar a Dios, velan por los hombres, guardan sus caminos, presentan a Dios sus oraciones y son enviados por Dios para asistir a los seres humanos.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 1-5.10:En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
-«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mi. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. »
Palabra del Señor
Reflexión: La fiesta que hoy celebramos nos habla de una ayuda que Dios nos regala: los ángeles custodios. Los ángeles son esas criaturas espirituales que Dios ha creado, que siempre le rodean y que están a su servicio, para las tareas que él crea oportuno. “Desde la creación, y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos anunciando de lejos o de cerca, esa salvación, la de Dios, y sirviendo al designio de su realización”.
En un momento clave de su relación con la humanidad, Dios se sirve de un ángel, Gabriel, para comunicarle a María que ha sido elegida para ser Madre de su Hijo y, para completar este acercamiento, un ángel le explica a José los secretos del embarazo virginal de María, y a los pastores… otros ángeles les anuncian el nacimiento de nuestro Salvador.
La fiesta de hoy nos recuerda que Dios a unos ángeles les encarga de acompañar a los hombres, a cada ser humano en su caminar por esta tierra y ser sus custodios, ayudarles en todas sus necesidades y, sobre todo, animarles a que sigan siempre el camino de Cristo, el Señor. Es bueno recordar lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica a este respecto: “De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de sus ángeles… Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. Y, san Basilio, no duda en afirmar: ‘Cada fiel tiene a su lado un ángel protector y pastor para conducirlo a la vida”. Volvamos como niños, bajándonos de nuestra soberbia y autosuficiencia e invoquemos, cada día, a nuestro ángel custodio.
_* Dios te bendice…* “Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía. En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén”.