Santuario Nuestra Señora de los Milagros

ES DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA

Con el paso de los años ha cambiado la estructura familiarfamilia y abuelos

y en ocasiones poco se parece a lo que nos dice la primera lectura del Eclesiástico:

“Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras viva…”.

Se retrasa la edad de ser padre o madre, el trabajo condiciona fuertemente la familia, trabajan los dos y apenas en ocasiones se ven, no digamos nada de la falta de trabajo, se ha pasado de una familia extensa a una familia restringida, se ha reducido el número de hijos, el cuidado de los mayores ha pasado a las residencias, hay diversos tipos de familias y parejas, no es extraño que entre nuestros familiares nos encontremos con divorciados y separados, a los niños se les da todo hecho satisfaciendo sus caprichos; se pueden estirar las situaciones…

Más todavía: es curioso observar como son muchos los jóvenes que hoy prefieren eludir su compromiso de pareja-familia, recordemos que el matrimonio es un sacramento, y parece que para ellos familia y felicidad son incompatibles por eso prefieren las uniones de hecho, los compromisos temporales. ¿Qué nos está pasando?

Quizás tenemos que volver nuestra mirada a la segunda lectura de hoy. San Pablo a aquella comunidad de Colosas, les habla de algunas claves esenciales. Veamos:

El matrimonio brinda al hombre y a la mujer la oportunidad maravillosa de saberse padres y madres.

  1. Por los hijos, los padres se transforman en dadores de vida, se hacen educadores.
  2. No bastan los hijos para que haya verdaderos padres, antes debe existir una auténtica pareja: que sepa compartir, dialogar, crecer juntos, educarse mutuamente.
  3. Sólo así puede entenderse la familia y la pareja como una donación de sí mismo y ser lo que Dios quiso que fuera: una comunión en el amor.
  4. Es preciso defender y promover todo lo que de humano y humanizador tiene la familia: cariño, el afecto, el amor que tiene su referente fundamental en la familia, como lugar privilegiado de experiencia donde el amor es gratuito y se manifiesta como búsqueda esforzada del bien para la persona querida y como educación progresiva.

Más todavía: el Evangelio nos recuerda que la familia también es el lugar de socialización de la persona. La familia representa el primer modelo de sociedad que el niño percibe. Si el modelo es bueno, si es armónico y fuente de gozo, sabrá enfrentarse a la sociedad con espíritu positivo y constructivo que hace de sus miembros personas abiertas y solidarias.

También la familia es la primera comunidad cristiana (Iglesia doméstica la llamó el Concilio Vaticano II), en la que todos sus miembros (abuelos, padres, hijos) crecen en la fe y deben experimentar su pertenencia a la Iglesia, toda ella considerada como la gran familia de Dios.

Poco sabemos de la experiencia familiar de José, María y Jesús, la Sagrada Familia, pero sabemos que Jesús hizo toda su preparación mesiánica dentro de un hogar. Va a tener que vivir sin prisa junto a una mujer contemplativa, que todo lo guardaba en su corazón, para que sus ojos aprendan a mirar más allá de las cosas, y a tener que trabajar con José hasta que sus hombros se vuelvan lo bastante fuertes para aguantar los golpes y resistir el peso de un madero. En aquel hogar humilde de trabajo, de meditación y de sabiduría, como dice el texto: “El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría”, aprendió a ser hombre y se preparó para proclamar el Reino. He aquí el modelo de familia cristiana.

 Que esta fiesta nos ayude a vivir en la alegría familiar.  FELIZ DÍA A TODOS…