Santuario Nuestra Señora de los Milagros

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

Y REINA DE LA PAZ Wishing you a very Merry Christmas!

En ocasiones por la costumbre, rutina o desinterés

no nos detenemos a pensar o meditar lo que decimos.

Nos pasa muchas veces al hablar de la Virgen María.

Recordemos:

-Mientras recorres la vida tu nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va.

-Madre, óyeme, mi plegaria es un grito en la noche, Madre mírame en la noche de mi juventud.

-Por eso hoy te diré, perla preciosa de los mares, cristal que reflejas el amor, perfume inmaculado para el mundo, nueva arca de la alianza tú serás en mi corazón.

-Cuantas veces, siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco con el tiempo alejándome de ti, por caminos que se alejan me perdí.

-Madre de todos los hombres, enséñanos a decir amén.

Estas frases, entre otras muchas que seguro estarás pensando o incluso echando en falta en ese rápido elenco, son lo suficientemente significativas para enaltecer el nombre de María, para enorgullecernos de tener una gran Madre Intercesora, para colocar en sus manos nuestras vidas al comienzo del nuevo año, obviamente sin perder de vista que la centralidad de nuestra fe es Jesucristo, el Unigénito de Dios, el Hijo amado de María.

María Santísima para la Tradición de la Iglesia, con T mayúscula, es una bendición inmensa y causa de santificación. Aprovechando la última definición de María Santísima como bendición, quiero valerme de la primera lectura de este día así como del salmo para profundizar en este concepto bendición:

Bendición es sinónimo de gracia, bienestar, salud, éxito, progreso, prosperidad, salvación, entre otros; que la da aquel que ama y que la recibe aquel que espera.

Naturalmente, la bendición que el Señor nos otorga, es fruto de su generosidad, gratuidad y misericordia. Es la actitud progresiva mantenida desde el principio de los tiempos. Recordemos las grandes manifestaciones de la bendición de Dios y las personas que ha puesto como “mediadoras” de esta bendición: Abraham, el padre de la fe, en Moisés, artífice de la libertad para un pueblo esclavo y en el Nuevo Testamento Jesucristo, bendición excelsa de Dios para la humanidad.

En este primer día del año 2015, teniendo presente a nuestra Madre María, con cierto temor y temblor recibamos esta pregunta y con valentía respondamos a ella: ¿nuestras palabras y nuestras acciones son causa de bendición para nuestra familia, hermanos, amigos y vecinos?

Sea cual sea tu respuesta, no olvides que contamos con la bendición de Dios y contamos con el modo de proceder:  “De esta manera bendecirán a los israelitas le dice Moisés a Aarón: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor se fije en ti y te conceda la Paz”.

Y un último recordatorio: Se celebró en la Iglesia un Concilio en la ciudad de Éfeso exactamente en el 431 de nuestra era y entre muchas conclusiones, refiriéndose a la Santísima Virgen María se definió que Ella es la Madre de Dios, no solamente ya como la Madre de Jesús – hombre (Jesús histórico), sino como la Madre de Jesús – Dios (Cristo de la fe), este título identifica a María como la Teotokhos (Madre de Dios), y no exclusivamente como la Cristotokhos (Madre del Hijo).

 Esta es nuestra gran bendición: contamos con una Madre que acompaña nuestro caminar. Desde aquí:

FELIZ, CATÓLICO Y PRÓSPERO 2015