Hoy, la Comunidad de Paúles de este Santuario,
nos desplazamos hasta Marín para vivir, con aquella Comunidad,
un día de fraternidad y convivencia.
Preparamos así este tiempo que va a comenzar…
una Cuaresma llena de oportunidades
para renovar nuestra vida de entrega.
El compartir la fe y la vida…
la visita a las instalaciones del Colegio e incluso el recoger algunos pomelos…
la comida compartida y bien condimentada…
la visita a D. Jesús, anciano sacerdote diocesano, que vive en un viejo monasterio solo pero lleno de vitalidad…
y el regreso tranquilo a este Monte Medo…
marcó toda nuestra jornada.
Gracias, Madre, por facilitarnos estos días de convivencia tan necesarios.
Ahí tenéis algunas fotografías de este acontecimiento…