Gracias Señor por quedarte en la Eucaristía.
Gracias porque cada día te entregas en el altar y nos esperas en esa cárcel de amor que es el sagrario.
Gracias por la locura de Amor que es el que te hagas nuestro alimento.
Gracias Señor y perdona nuestras faltas de amor cuando no te adoramos, no te visitamos, no te recibimos bien.
Enséñanos a vivir con de rodillas ante Ti y a descubrirte presente en esos sagrarios abandonados que son los pobres,
los enfermos, los que viven en soledad.
¡¡¡Alabado seas Cristo Eucaristía!!!