El Patrón de la Juventud Católica, San Luis Gonzaga, nació el 9 de marzo de 1568 en Lombardía.
Su entrega a Dios en su infancia fue completa y absoluta y ya en su adolescencia,
decidió ingresar a la Compañía de Jesús, pese a la rotunda negativa de su padre,
que soñaba para él una exitosa carrera militar.
Durante los años siguintes, el santo dio pruebas de ser un novicio modelo.
Estando en Milán y por revelación divina, San Luis comprendió que no le quedaba mucho tiempo de vida.
Aquel anuncio le llenó de júbilo y apartó aún más su corazón de las cosas de este mundo.
Por consideración a su precaria salud, fue trasladado de Milán a Roma para completar sus estudios teológicos, siendo los atributos de Dios los sus temas de meditación favoritos. En 1591 atacó con violencia a Roma una epidemia de fiebre; los jesuitas abrieron un hospital y el santo desplegó una actividad extraordinaria; instruía, consolaba y exhortaba a los enfermos, y trabajaba con entusiasmo y empeño en las tareas más repugnantes del hospital. San Luis falleció en la octava del corpus Christi, entre el 20 y 21 de junio de 1591, a los 23 años de edad.