Pero… ¿quién te ha dicho que la religión es un cúmulo de «noes»?…
No hagas esto, no elijas esto, no se puede pensar de esta manera…
Entonces, parece que seguir a Jesús es ir renunciando a muchas posibilidades, ir cerrándose puertas, ir poniéndose frenos que otros, que no comparten la misma fe, no parecen tener.
Pero esa visión, además de triste es totalmente irreal. Porque lo importante, en la fe, en el evangelio, y en la pasión por Dios, es el “sí”.
Es lo que abrazamos, lo que nos seduce, lo que apasiona, llena de ilusión o pone un horizonte. De esto se trata…
SÍ… ES LA PALABRA MÁGICA QUE CRISTO, EL SEÑOR,
Y DE LA CUAL NOS HACE TESTIGOS…