Al final de los tiempos,
estará firme el monte de la casa del Señor,
descollando entre los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán las naciones,
caminarán pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
y de las lanzas podaderas.
No levantará la espada nación contra nación
ni se ejercitarán más en la guerra.
Casa de Jacob, en marcha.
Caminemos a la luz de Yahvéh.