¿Dónde estás? ¿Por dónde caminas?
Nos dejaste dicho que estarías en los pobres.
Que lo que hiciéramos con uno de los más pequeños contigo lo estábamos haciendo.
Que dar de comer al hambriento era alimentarte a ti,
que visitar al preso era ir a verte.
Que vestir al desnudo era cubrir tu desnudez.
Reconozco, Señor, que no es fácil verlo así. A menudo los pobres resultan distantes, extraños, su desposesión amenaza un poco mis seguridades. ¿Y dices que estás en ellos? Enséñame a verte.
FELIZ DÍA A TODOS…