«María dijo al ángel: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su voluntad».
Uno no elige lo que la vida le da.
NO se puede vivir a la carta.
Uno no va eligiendo en el menú los «platos» que le gustan, y rechazando aquellos que no le interesan.
La vida es algo mucho más complejo.
No sabemos lo que nos va a deparar el futuro.
No podemos anclarnos en seguridades.
Como mucho, podríamos tratar de aislarnos en burbujas que alejen de nosotros las incertidumbres o zozobras; pero incluso eso sería quedarse a medias. A veces nos encontraremos con situaciones que no esperábamos, que no queríamos, que no nos gustan o que nos asustan… Y tendremos la opción de cerrar los ojos, mirar hacia otro lado, esperar a que pasen las tormentas… o aceptar la vida tal y como viene, aprendiendo a luchar.
Hoy en día mucha gente sigue diciendo: «Hágase», sin que eso signifique ser papanatas que todo lo aceptan.
La docilidad ha de ser valiente, creativa, crítica y fecunda. Decir «hágase» es aceptar la vida y tratar de hacerla buena.
¿Hay momentos en que sientes el reto de decir «Hágase», y la tentación de elegir sólo los espacios seguros en la vida?
FELIZ DÍA A TODOS…