Si hay algo que resuena con estruendo dentro de uno es el amor.
Despierta emociones, a veces con más pasión,
y otras con más serenidad.
Pero siempre llegándonos a la entraña.
Hay etapas en que el amor es tranquilo.
Hay otras etapas en que es intenso, imprevisible, hasta excesivo.
Hay veces en que te sientes colmado,
y otras en que todo es anhelo, y hasta ausencia.
También con Dios.
Pero que no dejemos, nunca, de arriesgarnos, de hacer el corazón vulnerable, y así llenarlo de Vida, como hizo María.
FELIZ DÍA A TODOS…