Para identificar eso que sobra y que se va enquistando en la vida,
es bueno tomar perspectiva.
Párate un instante.
Atrévete a asomarte a ese recipiente vital donde vas acumulando y pregúntate:
¿cuánto de lo que posees hace tiempo que no usas o no necesitas?,
¿cuánto de lo que ves ocupa un lugar innecesario?,
¿qué encuentras ahí que no te llena de esperanza?,
¿qué ves que puede ser susceptible de ser cambiado?
Si tuvieras que hacer limpieza, ¿por dónde empezarías?
Incluso en el mundo espiritual,
al igual que en el físico, es necesario vaciar para llenar; quitar para hacer sitio.
Porque ni necesitas todo lo que tienes, ni está tan claro que todo eso te llene la vida.
FELIZ DOMINGO… DÍA DEL SEÑOR… Y DE LA FAMILIA CRISTIANA…