En este segundo día comenzamos con una agradable temperatura, 10 grados, que reciben a los peregrinos más madrugadores, los peregrinos que desde distintos puntos llegan al Santuario para celebrar con María la primera Eucaristía a las 7:30 h. presidida por D. José Manuel Villar, rector de este Santuario.
Un poco más tarde, en torno a las ocho, el sonido de unos cantos en honor a la Madre anuncian la llegada de la peregrinación que acogemos con el Rosario de Aurora, las comunidades parroquiales de Baños de Molgas, Almoite, Presqueira, Guamil, Ambia y Betán que acompañados de sus párrocos recibían en la Puerta de la Misericordia la bienvenida y la bendición por parte del Rector del Santuario peregrinando para celebrar la eucaristía de 8:30h.
Durante todo el día y a pesar del calor fue aumentando el número de fieles que se acercan a este altar a honrar a María en esta, su novena.
En este día, con una mirada de amor mutuo nos sentimos acogidos por Ella. Su ternura de Madre le lleva a compartir con nosotros lo que fue su vida y los momentos grandes que Ella vivió junto al Señor, y que le llevaron a descubrir el Rostro Misericordioso del Padre. Dios contó con Ella para ser la Madre de esa misma Misericordia, al encarnar en su seno al Hijo unigénito del Padre. María nos muestra cómo todo aquello es, y seguirá siendo una pauta, para que nosotros también acojamos en nuestro corazón la Misericordia infinita del Padre.
En este día, dedicado a la familia y la transmisión de la fe, nos sentimos alentados en las grandes lecciones aprendidas de la humilde familia de Nazaret.
La celebración de las 7 de la tarde era presidida por Rvdo. P. Enrique Rivas Vila, misionero paúl. Para terminar el día con la celebración de la ultima Misa del día a las 20:30 h.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día segundo.