Siguiendo con el Rosario de Aurora de las parroquias cercanas al Santuario, hoy recibíamos a Tioira, Xunqueira, Vilar, Santirso, Escuadro, San Miguel de Ramil, Asadur y A Costa que llegaban a la “Puerta de la Misericordia” para ser recibidos por el Rector del Santuario que les recordaba que el Santuario era “Centro Jubilar de la Misericordia” por lo que se puede alcanzar en él la indulgencia plenaria, para ello las condiciones impuestas por el Papa además de entrar por la Puerta Santa son hacer procesión de fe, confesar nuestras faltas, participar de la eucaristía estando en gracia de Dios, y orar por las intenciones del Papa que son las intenciones de la Iglesia.
La celebración de este día séptimo de la Novena en honor de nuestra Madre, la Virgen de los Milagros. Desde el primer día nos hemos propuesto descubrir cómo María es Madre de Misericordia para todos nosotros.
Dice el Papa Francisco que: La misericordia se revela como la regla de vida de los discípulos de Jesús (MV 20). Lo que constituye a un discípulo misionero, en palabras suyas, es justamente el deseo de brindar misericordia. Y es posible brindarla si se ha vivido primero un encuentro con Dios:
«La Iglesia en salida, dice, es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan. (…) Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear!».
Que nuestra Madre, María, nos enseñe y ayude a poner por obra la Misericordia de Dios, nuestro Padre, en el ejercicio de las Obras de Misericordia. Tenemos la intención especial de pedir por los ancianos y enfermos.
Y con ellos, con los ancianos y enfermos especialmente, celebramos la Eucaristía de 12, presidida por Sr. D. José Joaquín Borrajo, Vicario General del la Diócesis de Ourense en la celebración más mimada y querida de la novena que llenaron el Santuario y la explanada acercándose a mostrar su cariño a la Madre.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día séptimo.