EL PERDÓN
Quizás es una de las dimensiones más profundas de la vida.
Experimentar la vulnerabilidad.
Herir a quien amas.
Fallarle a quien se fia de ti.
Saber que no hay marcha atrás, que los gestos, o las palabras, o las acciones, ya han desencadenado huracanes…
Y, sin embargo, descubrir la otra lógica.
No la del rencor y la venganza.
No la del agravio sin salida.
No la del reproche definitivo.
Sino la disposición para ayudar a sanar.
La de mantener los puentes tendidos.
La de amar y ser amado.
FELIZ VIERNES DE CUARESMA