La dureza del corazón, el buscar el propio interés, cueste lo que cueste, el afán de protagonismo… nos llevan a convertirnos en » lobos hambrientos de uno mismo» … nos conduce al pecado.
Y es verdad, algunas veces lo que pensamos, decimos o hacemos está mal.
Hacemos daño a otros. (O se lo haríamos si supiesen…) Generamos dinámicas hirientes, con juicios a veces acerados e injustos (de pensamiento), con críticas mordaces (de palabra), negándonos a darles una oportunidad (de obra).
Pecamos al convertirnos en el centro de nuestra vida, como que todo girase en torno a cada uno de nosotros (¿No hay alguna vez que mis sentimientos se vuelven el único grito que oigo, mis deseos la única motivación y mis necesidades el único horizonte?)
Pecamos cuando actuamos sin tener en cuenta la dignidad básica de los otros, sin darles una oportunidad, a veces machacándolos (novios, novias, amigos, familia, otros un poco mmás lejanos)
Revisemos en este día penitencial nuestras actitudes…
FELIZ DÍA A TODOS
y que la ABSTINENCIA de COMER CARNE nos ayude a vivir con mayor intensidad nuestra vida cristiana….