Santuario Nuestra Señora de los Milagros

Ante el Coronavirus…

UNA REFLEXIÓN ANTE EL CORONAVIRUS…

«Vuestra salvación está en convertiros y tener calma, vuestra fuerza en confiar y estar tranquilos» (Is 30, 15).

Ante la situación que estamos atravesando a nivel mundial por la pandemia de coronavirus conviene pararse un momento a rezar, pensar y reflexionar. No ayuda caer en la paranoia, pero tampoco ayuda caer en la indiferencia.

¿Qué podemos hacer?

1) REZAR. Ofrecer la Eucaristía, el Santo Rosario, sacrificios y plegarias por mediación de la Virgen María, de san José y de todos los santos. Pidamos por los fallecidos, los enfermos, sus familias, el personal sanitario y para que Dios libre al mundo de esta pandemia. ¡Dios es omnipotente! ¡Nos falta fe!

2) Ser PRUDENTES para llevar a cabo todas las medidas de prevención que se nos están indicando. Se trata de «cuidarte a ti mismo para así cuidar a otros». Es un acto precioso en esta Cuaresma el cuidarnos unos a otros, y esto pasa hoy por cuidarnos a nosotros mismos para evitar contagiar a otros.

3) Ser HUMILDES para aceptar que tendremos que hacer lo que se nos vaya indicando desde las autoridades competentes y desde el mundo sanitario, sabiendo que esto nos obligará a cambiar nuestros planes y enfrentar situaciones incómodas. Sería un pecado de soberbia creernos por encima del bien y del mal y en aras a «mantener la calma» decidir por nuestra cuenta y riesgo lo que nos parece o no nos parece mejor. ¡Aceptemos que nosotros no dominamos todo y no somos más listos que nadie!

4) CONFIAR y estar TRANQUILOS. Mucho peor que el mismo coronavirus está siendo el VIRUS DEL MIEDO que está llevando a algunas personas a situaciones de verdadero riesgo de salud mental. ¡No estamos ante el fin del mundo ni ante la enfermedad más grave de la historia! Y pase lo que pase, ¡todo tiempo es de Dios! ¡Dios sigue vivo y presente en este momento concreto de la historia y Él es un Padre Providente! ¡Calma y paz! Y, por favor, ¡seamos PORTADORES DE BUENAS NOTICIAS! No nos dediquemos solo a transmitir el número de contagios y muertes, y lo mal que va todo. ¡Siempre hay buenas noticias! ¡Cambiemos de tema o seguro nos contagiaremos del VIRUS DE LA LOCURA!

5) Finalmente, el coronavirus puede dejarnos, al menos, 3 LECCIONES para ahora y para el futuro:

a) ¡Estamos llamados a la VIDA! Algún día nos moriremos (por la causa que sea). Somos finitos y estamos llamados a la eternidad con Dios. Siempre deberíamos estar preparados para la muerte y nunca faltará la cruz, la enfermedad y la limitación en este mundo. ¡Podemos mirar más al cielo y saber que allí está nuestra verdadera Patria!

b) ¡Vivamos el DÍA A DÍA! Es hora de «poner freno» a nuestra agitada vida y aprender a vivir sin hacer demasiados planes de futuro que no sabemos si podrán realizarse. Cada día trae su afán, Dios nos da la gracia del PRESENTE con la confianza puesta siempre en un futuro mejor, llenos de ESPERANZA. No nos agobiemos por el mañana porque no sabemos si llegará.

c) ¡Nos necesitamos UNOS A OTROS! Nadie puede vivir sin la ayuda de los demás. Estos días podemos comprobar qué necesaria es la familia, los amigos, las personas que Dios pone a nuestro lado. Nadie es una isla que no necesite de os demás. Tenemos que aprender a cuidarnos, a preocuparnos de los demás antes que de nosotros mismos. «Sin los demás, yo no soy nadie».

Y, por favor, no lo olvides: ¡DIOS ESTÁ Y ESTARÁ! ¡LA VIDA ES BELLA!

D. José Manuel Salgado. Pbro.