Que hay demasiado grito.
Que sobran palos, barreras y hambres.
Que muchas personas viven en medio de vendavales y de lágrimas.
Paz para quienes ocultan dolores viejos y heridas nuevas.
Para quienes lloran fracasos o impotencia.
Para quienes caen en los caminos, víctimas de los abismos que devoran sueños y vidas.
Paz para quien se estremece por un futuro incierto, y para quien no consigue olvidar.
Para quien se siente solo.
Para el cautivo, retenido por muros de piedra o de prejuicio.
Paz para dar y construir, para regalar y anunciar.
La paz necesaria, que es promesa y deseo.
Tu paz, Señor.
FELIZ DOMINGO DEL BAUTISMO DEL SEÑOR…