Siempre hay esperanza, no tengas miedo:
Ahí tienes a tu Madre, ahí tienes a María.
Si estás enfermo, ahí tienes a tu Madre;
si estás buscando acercarte a Dios, ahí tienes a tu Madre;
si estás en el Camino, ahí tienes a tu Madre;
Si la cruz te pesa al caminar, ahí tienes a tu Madre;
Si estás desempleado y has perdido la esperanza, ahí tienes a tu Madre;
Si estás pasando por la hora del dolor, ahí tienes a tu Madre;
Si te cuesta hacer una oración, ahí tienes a tu Madre;
Si estás pensando en tirar la toalla, ahí tienes a tu Madre;
Si crees que no tienes motivos para ser feliz, ahí tienes a tu Madre; Si te encuentras sólo, ahí tienes a tu Madre….
Sí, sí… ahí tienes a María, Madre de la misericordia… ¡siempre!