Comenzamos el mes de Mayo, dedicado a la Virgen
y lo haremos contemplando distintas imágenes de la Virgen María, nuestra Madre.
Pocas veces habla en los evangelios,
y sin embargo sus palabras son rotundas, definitivas, inapelables.
«Hágase», «No tienen vino»,
y su magnífico testamento: «Haced lo que él os diga».
Y, no olvidemos, ese «Magníficat» que es un himno de libertad, de justicia y de alabanza.
También nosotros hablamos. En familia, en el trabajo, entre amigos… Hablamos de otras personas. De política, de fútbol, de cine… Hablamos de lo que nos preocupa o lo que nos entretiene. Quizás también –ojalá- de Dios. Hay mucho poder en las palabras. Poder para herir y sanar, para levantar y para derribar.
Ojalá, Madre, aprendamos de ti a hablar con verdad.
FELIZ DÍA A TODOS…