Queridos Reyes Magos…
Son muchas las cosas que tengo que pediros en este tiempo. Vosotros me entenderéis perfectamente. Sin más, ahí va…
-Dejad en este viejo mundo abundancia de TORRENTES DE AGUA para mojar e inutilizar la pólvora que dan vida a tantas armas y guerras fratricidas.
-Traed un poco de ALEGRIA, de esa que se lleva dentro y no de la superficial que sonríe por fuera, a tantas personas que caminan sin rumbo porque no han solucionado el alma que llevan dentro.
-Aportad a las mentes de los que nos dirigen DESEOS de solucionar los problemas que en verdad nos preocupan. Que huyan del camino fácil y estéril; de lo sectario que todo lo confunde, margina y enfrenta.
-Sembrad en el temple individualista y relativista la SOLIDARIDAD y la caridad con los que nos rodean. Frente a una sociedad que pregona “tú vive” haz que seamos felices diciendo “vivamos juntos”.
-En la casa de nuestro corazón depositad, en este Año de la Misericordia, un VENTILADOR. Para que con él alejemos de nosotros toda riqueza que nos hace caminar de espaldas a los que, tal vez, no poseen nada o muy poco.
-En un rincón de la azotea de nuestro pensamiento dejad una GOMA DE BORRAR. A veces somos esclavos de ofensas realizadas y recibidas. Nuestros hombros están mejor cuando soportan menos cargas de odios, rechazos o venganzas.
-A nuestros ojos, que ven lo que quieren y cuando quieren, colocadles unas GAFAS CELESTIALES. Que veamos, en los que nos rodean, hermanos y no adversarios; ilusión y no fracaso; esperanza y no pesimismo; a Dios y no sólo el elemento humano.
-Brindadnos a vuestro paso un poco de AMOR A DIOS. En un entorno social que sólo valora lo que se ve y se toca necesitamos descubrir a Aquel que, sin verlo, es lo único que queda al final de nuestra vida. Derramad en las personas errantes y sin sentido un poco de confianza en los misterios divinos. Nada de lo que se ve es eterno y, no todo lo eterno, se ve a simple vista: dadnos vuestra intuición de caminantes.
-A nuestra conciencia dejadle en su puerta un FILTRO. Sometidos al pensamiento único podemos llegar a pensar que, lo legal, es bueno y que, lo ilegal, es lo anormal. En nombre de las leyes se han realizado y se siguen llevando a cabo multitud de actos que atentan contra la dignidad humana. Que ese filtro nos procure distinguir que lo bueno siempre será noble y que, lo malo, nunca será bueno.
-A nuestras manos ofrecerles unas TIJERAS. Que seamos capaces de cortar de nuestra vida cristiana (a veces excesivamente cómoda e interesada) todo aquello que nos dificulta ser cristianos de cuerpo entero. Vosotros os postrasteis ante un Dios humanado y, nosotros, lo hacemos con excesivos “dioses” que se creen divinos.
-Finalmente, a nuestros pies, ponedles ZAPATOS con el número que DIOS coloca en el día de nuestro Bautismo. Que no nos falte fe en nuestras familias. Caridad en nuestros caminos. Oración en nuestras decisiones. Comunión en nuestra convivencia. Fuerza en nuestras convicciones y alegría en nuestra forma de ser, vivir y transmitir la fe. (J.L.)