Los claveles
- Después de las rosas y lirios vienen entre las flores aromáticas los claveles. Son plantas muy comunes, fáciles en su cultivo, florecen en todas las estaciones del año; varias en sus colores, y abundan en sus productos. Su olor es de un gusto muy delicado. Van unidas a la virtud de la fortaleza.
- La fortaleza es la tercera entre las virtudes cardinales. Tiene a su servicio la magnanimidad y la magnificencia, la paciencia y la perseverancia. Tiene en las batallas dos actos, que son: acometer y sostener hasta la muerte el terreno conquistado. Adelanta y no retrocede, hace guerra ofensiva y defensiva. Propuesto el bien que se ha de practicar, los medios y modos por la prudencia; en el ejercicio, en el acto, en la práctica, la fortaleza le sostiene firme, inmóvil, invariable y constante hasta el fin, hasta la muerte. La clavelina, una vez puesta en el jardín, se sostiene contra la intemperie de los tiempos y en medio de todas sus vicisitudes da claveles en todas las estaciones del año.
- La Virgen María dio pruebas de su fortaleza en todo el curso de su vida, pero especialmente en la pasión de su Hijo.
- Entra en el jardín de tu alma, y mira si están floridas las clavelinas. Examina tu corazón. Propuesto el bien, resuelto a practicar tal o cual otra virtud, en la ejecución ¿eres firme, leal, constante? Venida por causa de tu virtud la persecución y la contradicción ¿qué haces? ¿desfalleces? ¿retrocedes? Revístete de valor, de fuerza y de ánimo; acomete con resolución cuantos actos te proponga y mande ejecutar tu prudencia en orden a la vida; ordena tu vida desde Dios, y, planteado el orden, sosténle, y lucha con los obstáculos hasta vencerlos: coge tu flor, y al ofrecer a la Reina de la Misericordia tus propósitos, le dirás:
Oración:
Señora y Madre mía: Ahí está la flor de este día: es un clavel en ramillete.
Os lo presento como símbolo de un propósito que he concebido, y es el de poner orden mi vida,
poner orden en mis acciones… y el de mantener en perseverancia este orden en todas las vicisitudes y contratiempos de este mundo.
Seré fuerte con la fuerza que espero recibir de Dios por vuestra mediación.
Madre, acepta esta flor. Amén.