Santuario Nuestra Señora de los Milagros

CON FLORES A MARÍA…

No siempre, el nadar en la abundancia, es sinónimo de felicidad.

La flor “azalea” refleja la virtud de la templanza.

Eso es precisamente lo que queremos alcanzar a los pies de Santa María Virgen:

-Saber discernir entre la calidad y la cantidad

-Anteponer la belleza interior ante la seducción de lo puramente externo, con aparatosidad y sin sentido.

-Ser moderados a la hora de acaparar y de poseer

Elevar esta flor, ante los ojos de María, implica valorar los riesgos del abuso de las cosas o el equilibrio que da el buen uso de ellas.

Es, por encima de todo, conformarnos como lo hizo María con las pequeñas satisfacciones de cada jornada que, más allá de su sencillez, nos hacen sentirnos vivos y puestos al servicio de una causa: ser felices y hacer felices a los demás

 “No sólo es ciega la fortuna, sino que frecuentemente vuelve ciegos a los que abraza” (M.T.Ciceron)