La preocupación y el trabajo por esa gran institución en la que todos hemos nacido, la familia,
la queremos representar en la flor “alhelí”.
Grupos de flores agrupados en varias espigas nos cantan los carismas y la diversidad,
la riqueza y la pluralidad de padres e hijos, nietos y abuelos que conforman una FAMILIA.
María, al recibir este obsequio, nos cuenta cómo Ella también cruzó por momentos de dificultades en el hogar
pero que nunca se dejó amedrentar ni confundir a la hora de defender y llevar adelante su misión de madre y esposa.
Presentamos en este día el “alhelí” en nombre de tantas personas que viven con generosidad, alegría, amor, paciencia y empeño ese arte de amar y de enseñar en cristiano y en familia.
Que Pentecostés haga posible el que recuperemos el DON DE LA SABIDURIA
para perfeccionar y guardar nuestras familias.
“La familia es el paraíso anticipado” (John Browring)