Un pesebre frío,
un poco de intemperie, una noche lejos de las posadas.
Para ser consciente de cómo se ve la vida desde la pequeñez.
Para descubrir que cuando tienes poco,
te das cuenta de qué es lo verdaderamente importante.
Para poder ser libre de tanto envoltorio y tantas luces de colores.
Pero para descubrir también esa otra solidaridad y compasión
que une a las personas cuando nos sentimos vulnerables y frágiles.
Es la navidad de los débiles, de los pequeños, de los nadapoderosos,
de un niño que nació muy pobre.
FELIZ DÍA A TODOS