Comenzábamos la semana y este día, con la primera Eucaristía a las 7:30 h, presidida por el Misionero Paúl P. José Manuel Villar rector de este Santuario y en el exterior una suave lluvia que refrescaba la mañana.
A las 8:30 h recibíamos al párroco de Maceda, el P. Manuel Vences que acompañando al Rosario de Aurora, se acercaban al pie del altar de la Madre y para vivir la eucaristía las parroquias de Maceda, Niñodaguia, Foncuberta, Piuca.
A mediodía llegamos a uno de los momentos más esperados y entrañables de la Novena siempre es este día en el que recibimos especialmente a los enfermos y mayores, y como momento cumbre, la eucaristía de 12 h, que presidida por Monseñor D. Leonardo Lemos, Obispo de Ourense, se hacían presentes los enfermos y mayores con gran participación de los centros gestionados de la Fundación San Rosendo.
Contamos en la celebración de 17:30 h con la Coral Ansuiña de Baños de Molgas.
Hoy acompañamos con nuestra oración a los ancianos, enfermos y a todas las personas que sufren. Que esta Eucaristía les una al sacrificio de Cristo y de su Madre al pie de la cruz.
En la peregrinación de la fe, los fieles experimentan el cansancio, la soledad, la enfermedad y el sufrimiento. La respuesta de Dios a esta experiencia humana es ofrecernos a María como esperanza nuestra a aquellos que caminamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Así lo ha entendido el pueblo cristiano, invocando a María, desde muy antiguo, como Salud de los enfermos, consuelo de los afligidos y puerta del cielo, uniendo así la esperanza cierta de la vida eterna con la compañía materna de la Virgen mientras peregrinamos.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día cuarto.