Ya había ganas de “normalidad”, comedida pero “normalidad” y se nota que desde primera hora de la mañana son muchos los devotos que a pie, en bicicleta, en coche,… llegan a los pies de la Madre.
Y a las 8:30 h. el bullicio y los cantos de las parroquias que llegan todos los días con el Rosario de Aurora. Esta mañana fue el turno de Baños de Molgas, Almoite, Presqueira, Guamil, Ambia, Betán los grupos parroquiales que con su párroco participaron en la segunda Eucaristía del día.
Invocamos hoy a María como auxilio de los cristianos. Ella –la Virgen de los Milagros– es refugio para todos los hijos de Dios que formamos parte de la Iglesia. Queremos poner en su Inmaculado Corazón a todos los cristianos para que, refugiados al amparo de la Madre, vivamos unidos y en salida misionera.
Pedimos hoy, como intención especial, por los misioneros y los cristianos perseguidos a causa de su fe.
Pasó una mañana, pasó una tarde el día segundo.
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