Los creyentes, que nos fiamos de los profetas que nos han hablado largamente en este Adviento, conocemos los caminos que llevan a Belén. Pero, cuando nuestra fe se debilita y flaquea necesitamos señales, como los apóstoles que precisaron ver las señales de las llagas de la lanza y de los clavos marcadas en el cuerpo del Resucitado.
Esta es la señal que el Señor mismo nos ha dado hoy, para encontrar la Navidad verdadera: “Mirad: la Virgen están encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre Emmanuel (que significa ‘Dios-con-nosotros’)”. San Mateo va a ayudarnos en el evangelio de hoy a interpretar los detalles de esta señal.
Ayudemos hoy a nuestras comunidades a reconocer y celebrar la verdadera navidad porque la otra, la mentirosa, la navidad sin nacimiento, sin María y José, más que alegrar, defrauda; es un engaño.