Ponerse en marcha.
¿Hacia dónde?
¿No es más sensato quedarse quieto?
A veces me asaltan esas dudas.
Me digo que “¿qué voy a hacer yo?”
Pienso que pretender cambiar algo de lo que va mal en el mundo –lejos y cerca- es ser un voluntarista o un soberbio.
Me digo entonces que tal vez basta limitarse a vivir, sin pretender nada, y que lo contrario es ser un iluso o un pretencioso.
Pero luego algo me hace ver que hay trampa en ese discurso.
Que una cosa es aceptar las limitaciones y las debilidades –muchas-, y otra cosa es la falsa resignación de quien no lucha por nada.
Señor, dame causas dignas, aliento para caminar, valentía para arriesgar y humildad para caer cuantas veces sea necesario.
Dame gente con quien compartir el camino.
Solo así se lavarán mis ojos, recuperaré la visión y podré vivir profundamente arraigado en Ti… contemplando tu Rostro.
Gracias, Señor, porque eres Tú y solo Tú el que tienes la última palabra.
FELIZ DOMINGO A TODOS…