Esta domingo podemos recorrer con Jesús resucitado los lugares de su pasión y muerte y lo mismo que las mujeres, aquellas que permanecieron con él al pie de la cruz, escucharon del ángel “Mirad el sitio donde lo pusieron…no está aquí”, escuchamos a Jesús decir en cada uno de esos lugares: “Aquí en Getsemaní dije sí al Padre”; “Aquí me dejé atar y detener por tus pecados”, “Aquí me coronaron rey con espinas”, “Aquí extendí mis manos para ser crucificado por amor a ti”. Reconozcamos al crucificado en el Resucitado dándole gracias por todo lo que hizo, hace y hará por nosotros.
Cuando termine nuestra celebración tratemos de convertir lo cotidiano y sus espacios, en un “vía lucis”. Saliendo como pueblo de Dios a recorrer los lugares donde podamos recrear la alegría pascual, el amor fraterno, las bienaventuranzas y el martirio: donde los pobres sean atendidos, los tristes y enfermos visitados y confortados; donde se construya resistencia y creatividad frente a las crisis. Vamos con la Iglesia llevando el cielo a la tierra de los vivos.
FELIZ PASCUA