Vivimos de la imagen. En una cultura basada en las nuevas tecnologías, en la que si no estás en las redes no existes,
la realidad queda suplantada por la apariencia y el ser por el parecer. Lo importante es la superficie de las cosas, lo que en ocasiones no permite el acceso al interior, a la transcendencia o al misterio, quedamos atados a lo inmediato, a lo último, a conseguir la mayor audiencia, sea como sea. Jesús vuelve a su pueblo, la multitud se agolpa a escucharle, han oído de sus éxitos, milagros y palabras, pero no da la imagen: “a éste lo conocemos”.
Empieza la resistencia y se hace realidad el viejo refrán: “No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa”. Su Palabra va a la raíz, no a la apariencia, molesta, apunta al interior del hombre, invita a la renuncia. No nos gusta cambiar de vida, estar inseguros o encontrarnos con nosotros mismos. Esto no vende, (aunque hoy lo pongamos en Power Point, Twitter, o en Facebook) y por eso, buscamos como los habitantes de Nazaret nuestras excusas, eso sí, llenas de racionalidad, de lógica y los más espabilados, hasta de razones teológicas.
“¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos?”. No estamos dispuestos a aceptar, que la palabra de un hombre como nosotros, sea la de Dios. Dios se nos presenta demasiado humanamente y ésta es para algunos la primera dificultad para la fe. “Y esto les resultaba escandaloso” nos dice el Evangelio más adelante, y aún resuenan esos ecos, cuando desconocemos o no sacamos las conclusiones del misterio de la Encarnación. La incredulidad, es precisamente la incapacidad de acoger, la manifestación de la gloria de Dios, en la sabiduría misteriosa de un carpintero de Nazaret.
Y no pudo hacer allí ningún milagro… Y ¿entre nosotros… podrá hacer algún milagro? ¿Estaremos dispuestos a acoger Su Palabra aunque nos pida conversión, cambio? ¿Seremos capaces de cambiar nuestra vida porque puede más la Vida; variar nuestro camino porque nos comprometemos con el que es Camino; morir a tantas “verdades” para renacer desde la Verdad?
FELIZ DOMINGO A TODOS…