La hermana Julia Aguiar-Misionera Franciscana,
en Benín-África nos envía este precioso testimonio
que hemos decidido compartir, ya que coincide
con el lema de la Infancia Misionera de esta semana.
De todo corazón os decimos gracias en nombre de todos esos pobres que hoy han pasado por este hospital… 55 intervenciones quirúrgicas, hemos enderezado piernas deformadas de niños ,hemos hecho injertos de piel, cortado tumores, reparado fracturas, curado llagas y heridas de gran extensión…
Sois vosotros los que ponéis un poco de dulzura en este mundo tan duro:
Gracias por lo que hacéis cada uno desde vuestro lugar y vuestra situación concreta.
Gracias por vuestra oración y por vuestro ánimo.
Gracias por vuestra ayuda económica sin la cual nos sentiríamos desesperadamente impotentes.
En fin, en vuestro nombre hemos ofrecido un poco de bondad, de bien, a hombres mujeres y niños que están dominados por un gran sufrimiento.
En pocas semanas, esperamos, al fin, abrir la “casa de los niños”, este nuevo centro se ocupará y trabajará con niños que sufren grandes dificultades para andar, para utilizar las manos, los brazos, para hablar o con todos estos problemas juntos. Cuando damos por terminada nuestra jornada y pensamos en vosotros nuestros amigos que estáis “allá” en el país de los blancos, a veces nos parecéis extraños, de otro mundo, donde no es necesario preguntarse cada noche que podré comer mañana, donde podré ir para curar mi enfermedad, como podré sufrir una operación y no quedar arruinados para toda la vida.
Gracias a todos vosotros continuamos en pié: Evangelización, promoción humana… siempre al lado de los pobres.
Y mi palabra personal: GRACIAS A VOSOTROS, MISIONEROS/AS… POR VUESTRA ENTREGA, GENEROSIDAD, FIDELIDAD… POR VUESTRA FE INQUEBRANTABLE… PORQUE SOIS UN EJEMPLO PARA NUESTRA FE «ADORMECIDA»… GRACIAS