Ayer, lunes 22 de octubre de este año 2018, a las 16,00 horas, ha fallecido el
P. Antonio Villar Gil, C. M. en la enfermería de la Casa de García de Paredes, 45, de Madrid. El P. Antonio Villar residía en dicha enfermería desde hace más de diez años. Al principio, de forma intermitente, y en los tres últimos años, de forma más o menos permanente. El P. Antonio Villar luchó con entereza y valentía ejemplares, y hasta el último momento de su vida, contra una larga enfermedad.
El P. Antonio Villar Gil, C. M. nació en Calvelo de Lamamá (Ourense), el día 29 de octubre de 1934. Ingresó en la Congregación de la Misión el 25 de septiembre de 1952, en Limpias (Cantabria). Fue ordenado sacerdote el día 8 de septiembre de 1960, en Salamanca, de manos de Mons. Florencio Sanz Esparza, C. M. La andadura sacerdotal, vicenciana y ministerial del P. Antonio Villar, C. M. se desarrolló básicamente en tres países: Filipinas, Venezuela y España. Pero antes de ser enviado a su primer destino, Filipinas, estuvo estudiando y preparándose en Potters Bar (Londres) y en Estados Unidos, en la Universidad de Saint John.
Llegó a Filipinas en el año 1964. Allí estuvo diez años. Primero, en el Seminario diocesano y en el Colegio San Vicente de Paúl, en Jaro-Iloilo. Después, en Bucalan-Valenzuela, en el Seminario menor de la Congregación de la Misión.
En el año 1975, fue destinado a Venezuela. Allí fue superior, párroco y profesor. Los lugares donde ejerció su ministerio pastoral fueron: el Colegio San Vicente de Paúl, en Barquisimeto; la parroquia La Milagrosa, en el barrio Prado de María, en Caracas; y el Colegio San Vicente de Paúl, también en el barrio Prado de María, en Caracas.
A su vuelta a España, su primer destino fue Madrid, durante el año 1990, en razón de estudios. A continuación, fue enviado a la parroquia San Vicente de Paúl, en Cádiz, en 1991; a la parroquia de Santo Tomás, en La Coruña, en 1993; a Villafranca de Bierzo, como superior, en 1996; a la parroquia de Gijón, en 1999; y a la casa-residencia de Villaobispo de las Regueras (León), en el año 2003. Desde hace 3 años su corazón, mente y, cuando podía, su cuerpo descansaba en Os Milagros.
Una de las facetas más sobresalientes en la vida ministerial del P. Antonio Villar fue su amor a las Misiones populares. Formó parte del primer equipo de Misiones populares de la antigua Provincia de Salamanca y, en los años posteriores, se integró en el EMVE (Equipo Misionero Vicenciano de Evangelización). Incluso cuando estaba muy tocado por la enfermedad, todavía hacía grandes esfuerzos por acudir a alguna Misión popular.
El P. Antonio Villar, C. M. fue un buen misionero paúl, trabajador, tenaz, luchador en su enfermedad, buen compañero de vida comunitaria, sencillo y servicial.
Hoy se trasladan sus restos mortales a esta Comunidad y mañana, miércoles 24 de octubre, a las 11,00 de la mañana, se celebrará la Misa-funeral aquí, en este Santuario de Los Milagros, al que tanto añoraba y deseaba descansar esperando la Resurrección. Así se hará, después de la Misa-Funeral sus restos descansarán en el panteón de la Comunidad.
Descanse en la paz del Señor.