Otra flor que se asocia a un simbolismo doloroso es el cardo mariano. El cardo era conocido tanto por su uso alimentario como por el terapéutico. Sus propiedades tónicas, antioxidantes y galactógenas la volvían una planta valiosa, a menudo era usada por las mujeres recién paridas y los ancianos como integrador y regenerador.
Las pequeñas manchas blancas que se encuentran en las hojas y los usos galactógenos dieron origen a la leyenda que cuenta sobre las gotas de leche de la Virgen que cayeron mientras amamantaba a Jesús durante la fuga a Egipto.
La presencia de las espinas la volvieron apta también para representar los dolores de María, además de evocar la imagen de la corona de espinas de la crucifixión.