Gracias a todos los que habéis hecho posible, una vez más, que en la noche de nuestra ciudad
de ourense, pudiese hacerse un rato de oración ante el Señor Sacramentado… GRACIAS por vuestro
arrojo para ir por las calles y ofrecer ese rato de acogida en el templo de santa Eufemia…
GRACIAS a los que os habéis quedado orando en el templo para sostener a los «misioneros en la noche»…
GRACIAS por haber hecho posible que muchos jóvenes, muy sorprendidos, se reencontrasen con el Señor Sacramentado
y confesasen sus faltas… o recibiesen esa orientación: preciosa semilla que tendrá su fruto…
GRACIAS porque así, sí es posible, transmitir la Fe…
SOIS GENIALES… Que María, nuestra Señora de Los Milagros, os proteja y aliente vuestro caminar…