Santuario Nuestra Señora de los Milagros

HACE 91 AÑOS…

HOY, FIESTA DE LOS SANTOS ANGELES CUSTODIOS, SE CUMPLE EL 91 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL OPUS DEI.
EL 2 DE OCTUBRE DE 1928 SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ, MIENTRAS HACÍA EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA CASA CENTRAL DE LOS MISIONEROS PAULES (C/ GARCÍA DE PAREDES,45) RECIBIÓ LA ILUMINACIÓN SOBRE TODA LA OBRA.

OS COMPARTO ESTE ARTICULO QUE RECOGE LA RELACIÓN DE SAN JOSEMARÍA CON LA BASÍLICA LA MILAGROSA Y SU DEVOCIÓN A LA VIRGEN MILAGROSA.

SAN JOSEMARIA ESCRIVÁ, LA BASÍLICA Y SU DEVOCIÓN A LA VIRGEN MILAGROSA.

Se cumple este año el 91 aniversario de la fundación del Opus Dei. El 2 de octubre de 1928, en la Casa Central de los Misioneros Paúles (c/ García de Paredes, 45), donde se encontraba durante esos días (30 de septiembre al 6 de octubre) haciendo unos ejercicios espirituales, San Josemaría Escrivá recibió la luz que le lleva a fundar el Opus Dei.
Fue un martes por la mañana, fiesta de los Ángeles Custodios, después de celebrar Misa, cuando encontraba don Josemaría en su habitación leyendo las notas que había traído consigo. De repente, le sobrevino una gracia extraordinaria, por la que entendió que el Señor daba respuesta a aquellas insistentes peticiones del Domine, ut videam! y del Domine, ut sit!
(Andrés Vázquez de Prada, El Fundador del Opus Dei, ed. Rialp, Madrid 2002.)

Tuvo esta luz junto a la Iglesia de San Vicente de Paul, que unos años antes, en 1923, fue elevada a la dignidad de Basílica Menor por el Papa Pio XI, dedicada también a la Virgen Milagrosa, y en el año en que los Misioneros Paules celebraban su centenario en Madrid.

La devoción a la Milagrosa estuvo presente en la vida de San Josemaría desde su infancia, pues asistió al parvulario en el colegio que las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl tenían en Barbastro. Allí la Beata Sor Mª Rosario Ciércoles, mártir en 1936, le enseñó a leer y escribir y le preparó para recibir su primera Comunión.

Por otra parte, los Misioneros Paules llegaron a Barbastro en 1759 y permanecieron hasta 1835, irradiando un intenso renacer cristiano, mediante las misiones populares, formación de seminaristas, obras de caridad, etc. Dejaron en aquellas tierras un profundo a amor a la Virgen.

Al trasladarse la familia a Logroño, en su alma comenzó a vislumbrarse la llamada al sacerdocio. Precisamente en aquellos años veía cómo a su casa, llegaba periódicamente una imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa, encerrada en una urna que se encomendaba, por turno, a la devoción de las familias. De hecho su padre, falleció después de rezar delante de esa imagen el 27 de noviembre de 1924.

La Virgen volvió a intervenir en la vida de San Josemaría, esta vez en lo que hoy es la Basílica de la Milagrosa en Madrid, en la casa de ejercicios de los Padres Paúles de Madrid, como hemos indicado al comienzo. Así lo recordó muchas veces a lo largo de su vida y a ese Santuario mariano volvió a menudo para poner bajo la intercesión poderosa de la Madre de Dios sus intenciones.

San Josemaría también fue a visitar a la Virgen Milagrosa en el santuario de la Medalla Milagrosa, en Rue du Bac (París), muchas veces a lo largo de su vida. Precisamente el 28 de noviembre de 1982, día siguiente al de la fiesta de la Medalla Milagrosa, tuvo lugar el anuncio público de la erección del Opus Dei como Prelatura personal.

Dentro de la Basílica, en una lápida lateral, colocada con ocasión del centenario de la Basílica en 2004, se recuerdan los diversos santos y beatos cuyas vidas han estado ligadas con esta Basílica mariana.
En la puerta de entrada, una placa recuerda el lugar de la fundación del Opus Dei. El texto de la placa dice: «El día 2 de octubre de 1928, mientras hacía un retiro espiritual en esta casa de los PP. Paúles, San Josemaría Escrivá de Balaguer recibió en su corazón y en su mente la semilla divina de Opus Dei: «Recibí la iluminación sobre toda la Obra: conmovido, me arrodillé -estaba solo en mi cuarto- y di gracias al Señor, y recuerdo con emoción el tocar de las campanas de Nuestra Señora de los Ángeles»».

En la sacristía se conserva una reliquia de San Josemaría que se envió desde Roma tras la canonización y que el Hermano Reta muestra orgulloso a los peregrinos del Opus Dei que se acercan a visitar el lugar donde San Josemaría recibió la iluminación sobre toda la Obra.