Santuario Nuestra Señora de los Milagros

HOY CELEBRAMOS…

SAN ALBERTO MAGNO. Fue obispo de Ratisbona con el fin de organizar y pacificar aquella iglesia. Después renunció al episcopado y regresó a su convento para servir en el estudio, la docencia, la escritura y la predicación. Fue un impenitente buscador de la verdad y maestro de Santo Tomás de Aquino.

Al genio intelectual de Alberto Magno no se le podía escapar la consideración de los temas de la mística. En palabras de San Alberto, «la perfección más sublime del hombre en esta vida, es de tal manera unirse a Dios, que toda el alma, con todas sus potencias y todas sus fuerzas, se recoja en el Señor, su Dios, para hacerse un espíritu con él, y nada recuerde sino a Dios, nada sienta ni entienda sino a Dios, y todos sus afectos, unidos en el gozo del amor, descansen suavemente en la sola fruición del Hacedor».

Lleno de méritos, muere el 15 de noviembre de 1280. Su cuerpo descansa en un hermoso sepulcro en la entrada de la monumental iglesia dominicana de San Andrés de Colonia. Gregorio XV le beatificó en 1622; en 1931, Pío XI lo canonizó y lo declaró Doctor de la Iglesia, y diez años después Pío XII lo nombró patrono de cuantos cultivan las ciencias naturales.