Santuario Nuestra Señora de los Milagros

HOY CELEBRAMOS…

Hoy es una fiesta grande (solemnidad).

Celebramos la vida de dos personas, dos personajes,

que son dos “grandes” del cristianismo:

San Pedro y San Pablo.

Tan diferentes en su origen, en su camino, en su manera de ver las cosas…

y los dos son pilares de la Iglesia…

Pedro… pescador, llano, del pueblo. La misma impulsividad para confesarle –“Tú eres el Mesías”- que para rechazar sus caminos de cruz. La misma generosidad para dejarle la barca que para ofrecerse a dar la vida por él. La misma sinceridad para intentar salvar el pellejo negándole que para llorar amargamente por haberle negado… Jesús le llamó “piedra”, pero también “satanás”. Al final, esa mirada que lo comprende todo y nada condena le rehabilitó, le levantó y le puso en su sitio: ni tan arriba, ni tan abajo. Y desde ahí, como hermano de sus hermanos, pudo seguir caminando, sirviendo a la Iglesia, hablando, discutiendo, haciendo las obras de Jesús, luchando, entregándose…

Pablo… judío donde los haya. Fariseo y perseguidor de la Iglesia en sus orígenes. Lo tenía todo muy claro… hasta que Dios le tocó el corazón y los ojos y todo quedó patas arriba. Tardó un tiempo en re-colocarse. Pero cuando lo hizo, abrazó el nuevo camino con el mismo ardor que el anterior. Predicó a unos y a otros. Escribió a muchos. Hizo equipo con otros. Discutió y concilió. Suscitó y acompañó la fe de muchas comunidades. Y cuando le tocó dar la vida, no se la guardó…

Dos hombres, dos formas de ver las cosas, dos actitudes… una Fe.

Al final, les une su fe en el amor a Cristo, en su celo por llevar a otros la Buena Noticia,

en su muerte violenta a causa de la fe.

Hoy queremos recordar a todos los cristianos que no tienen miedo a caminar, a caerse y levantarse… que combaten contra las fuerzas del mal… que «dan la cara» por Cristo y su Evangelio… que corren hacia la meta. Pedimos por los cristianos perseguidos y, tantas veces, martirizados…

y pedimos por nosotros mismos, para que no tengamos miedo a vivir desde Cristo, dando testimonio de la Fe… recordando que… lo que nosotros no ofrezcamos a nuestros seres queridos nadie lo va a hacer por nosotros…

«No tengáis miedo… abrid, abrid las puertas a Cristo»…

FELIZ DÍA A TODOS…

especialmente a los que celebráis hoy vuestra onomástica…