Que un Dios encarnado no es un Dios colorado.
En todo caso un niño sonrosado,
aunque más bien hiciera frío en el establo y,
si no es por la mula y el buey hubiesen estado todos paliduchos.
La encarnación, sobre todo, tiene que ver con que Dios se hace humano.
Qué extraño…
Un Dios todopoderoso convertido en un ser humano frágil y débil.
Un Dios que todo lo sabe, ahora balbuceando.
Un Dios creador necesitado del calor de su creación.
Para que luego digan que Dios está despreocupado, lejano o ajeno al mundo.
Tan cercano está que se hace uno de nosotros.
Tan atento está que comparte nuestra vida.
FELIZ DÍA a TODOS
y muy feliz 2017