Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Esta es la vida nueva que nos comunica Jesús Resucitado, el pan que sacia nuestra hambre y sed más profunda. A la luz de este texto y de todo el discurso del «Pan de vida» podemos resignificar nuestra experiencia eucarística, la cual no se limita solo al ámbito litúrgico y sacramental. Cuando decimos que comulgamos el cuerpo-pan de Cristo: ¿qué comulgamos? Como dice el Papa Francisco: «El deseo de dejar en el centro de su corazón a Jesús», «comulgar significa pensar como él, amar como él, ver como él, caminar como él». Por el proceso de deglución lo que uno come se transforma en parte de uno, si aplicamos esta metáfora del comer a nuestra vivencia espiritual, al comer el Pan de vida nos transformamos en eso que comemos, por eso afirma Jesús: «el que viene a mi no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás… y yo lo resucitaré en el último día».