El secularismo ha echado raíces profundas en nuestra sociedad. La embestida de la innovación y la rápida disponibilidad de cosas y servicios personales nos hace sentir autosuficientes y nos despoja de la presencia de Dios en nuestras vidas. Sólo cuando una tragedia nos golpea despertamos de nuestro sueño para ver a Dios en medio de nuestro “valle de lágrimas”… Incluso debiéramos estar agradecidos por esos momentos trágicos, porque seguramente sirven para robustecer nuestra fe.
Feliz día… Dios te bendice…
UNA IMAGEN… UNA PALABRA
- UNA IMAGEN… UNA PALABRA
- ES DOMINGO…