Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Ciertamente nos asusta el lenguaje que describe los últimos días, pero debemos pensar que las imágenes terroríficas que nos anuncian la llegada de la primavera, de la inminencia del Reino de Dios, no pueden ser tomadas como signos de terror, sino como lo que son: señales del regreso del Señor, del amigo que vuelve a manifestarse al género humano, que vuelve a dar la mano al hombre liberándolo de toda esclavitud.

El ciclo se cierra, acaba el Tiempo Ordinario y estamos a punto de dar la bienvenida al Adviento. Nuestras vidas tienen que seguir cambiando. La conversión no es cosa de un día y ya está; al contrario, es cosa del día a día, de superar sucesivos niveles hasta alcanzar la perfección, una perfección que solo alcanzaremos cuando estemos en las manos de Dios. No nos creamos ya perfectos o terminaremos siendo presuntuosos fariseos orando de pie. Seamos como el sencillo publicano que conoce su necesidad de Dios y, en consecuencia, lo encuentra.

Feliz día… Dios te bendice…